Prosa y poesia

jueves, 6 de octubre de 2011

PERDONEN QUE NO ME ARRODILLE


Hoy es domingo de
misa, de familias arregladas, de churretes de carmín y palmadas en la espalda,
los visones bien lucidos las perlas son cultivadas, zapatos de piel africana no
se sabe piel de que,



Ya está la iglesia
completa, los mendigos aguardan fuera pues son drogadictos y alcohólicos a los
que les pierde el vicio.



El templo esta
bendecido por perfumes de chanel, todos les piden al todopoderoso  que su fe sea perpetua que machen bien sus
negocios y sigan engordando sus cuentas, los del último banco cotorrean.



Dios bendiga a los
presentes dice el cura omnipotente, podéis ir en paz, y en paz nos vamos señor.



Que no se den por
aludidos los cristianos bien curtidos, los que cuidan los enfermos, los que de
su pan ofrecen medio, los que son simplemente buenos, pertenezcan o no a
religión alguna.